El próximo
lunes 20 de agosto, y dentro de las fiestas de San Roque en Carbayedo (Avilés) tendrá
lugar el X Certamen de Escanciadores de Sidra, que es puntuable para el
Campeonato de Asturias y que comenzará a partir de las 17 horas en el Parque de
El Carbayedo. Este certamen está organizado por la Asociación de Lagareros de
Asturias. Decenas de escanciadores, algunos aficionados y otros profesionales,
se suben cada año al estrado para tratar de ganar uno de los concursos más
tradicionales en Avilés y trampolín de ida al Campeonato de Asturias de
Escanciadores. El concursose divide en tres categorías: la juvenil (menores de
16 años), la local (donde reciben premio los tres primeros) y la general
(categoría puntuable en el Campeonato de Asturias). Estos son los elementos
puntuables de un buen escanciador:
Etiqueta.
La etiqueta de la botella siempre tiene que estar de cara al público para saber
la marca que se está bebiendo.
Posición
de la mano. La mano con la que se coge la botella siempre se coloca con
firmeza utilizando tan solo tres dedos. La otra mano coge el vaso, y son los
dedos índice y corazón los necesarios para la sujeción. El corcho nunca se tira,
por lo que siempre hay que dejar un hueco para él, no importa en que mano
sea.
Medidas. El ángulo entre el vaso y el cuerpo del
escanciador debe estar entre 30 y 45 grados, exactamente a unos 4 centímetros de
distancia. Además hay otra medida muy importante: la del culete. La perfección
ronda los 120 centímetros cúbicos de sidra
escanciada.
Estilo. La posición del cuerpo es muy
importante a la hora de escanciar y sobre todo de puntuar ante los jueces. El
brazo de la botella totalmente estirado provocará que el chorro sea uniforme,
grueso y totalmente perpendicular a la nariz. Además esto permite que al
finalizar el escanciado se haga un corte seco de muñeca que finalice el culete
de forma limpia y estilosa.
Aire. El mayor enemigo de un
escanciador es el aire, por lo que lo mejor es escanciar en un lugar donde no
haya mucho viento o esperar al momento adecuado.
Aunque el estilo y las
medidas son muy importantes, los jueces también valoran el tiempo empleado en
llenar el vaso. El escanciador que consiga los cinco culetes que da una botella
en 60 segundos o menos se llevará la puntuación entera.